miércoles, 11 de agosto de 2010

LA SALUD ¡ NO !

Aprovechando que el terremoto destruyó numerosos hospitales y consultorios, dejando a otros muchos con daños severos, el Gobierno está lanzando un basto plan para reconstruirlos mediante concesiones a empresas privadas.

Sostiene que se entregan al sector privado porque Chile no tiene dinero para reconstruirlos directamente. Pero todos sabemos que Chile ha acumulado muchos miles de millones de dólares en los últimos años con las ganancias de CODELCO. Y si , por alguna razón esto no fuera suficiente, nuestro país puede pedir créditos al extranjero, con condiciones muy ventajosas, gracias a la sólida posición internacional de que gozamos.

O sea, el Gobierno no necesita entregar esa reconstrucción a las empresas privadas.

¿Cuál es el objetivo entonces?

En primer lugar, que lo que se quiere entregar no es sólo la construcción de los edificios, sino el equipamiento y todas las actividades y servicios que prestan estos establecimientos, con excepción de lo estrictamente médico, empezando por la Dirección de los hospitales que pasarían a manos de Gerentes. Si esto se lleva adelante, quienes nos atendemos en la salud pública (el 70 por ciento de los chilenos) tendremos que empezar a pagar desde los estacionamientos hacia arriba. Porque en las concesiones el que paga no es el gobierno sino el que las usa (como en las carreteras concesionadas). Después de que antes de los años 90, se privatizaran los servicios básicos; la previsión (AFP); la educación; los bancos; etcétera, con los resultados que cada uno de nosotros sufre a diario, el único gran y rentable sector público, que ha escapado a los privados, es la Salud Pública.

Es un “negocio” de cientos de miles de millones de pesos al año que se quiere entregar a los privados, con enormes ganancias para ellos y pérdidas equivalentes para cada uno de nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos. (Las concesiones se entregan por 25 a 30 años).

Queda claro entonces que lo que aquí realmente se intenta, es privatizar la salud pública.

Para ello, paralelamente con el uso del mecanismo de concesiones, se desarrolla una masiva campaña comunicacional, por todos los medios, para desprestigiar la salud pública. Se destaca el “desfinanciamiento” de los hospitales públicos y las listas de espera, achacándolos a “mala gestión”.

La verdad es muy simple y distinta : el Fisco (vía FONASA) le paga a los hospitales públicos menos de lo que cuestan las prestaciones de salud. Para muestra un botón :

Por el uso de una cama básica FONASA paga al hospital público

$28.500 por día, mientras a las clínicas privadas paga $70.000.-

y más. Y así con el resto de las atenciones.

Por otra parte (y esto es una política no solamente de este gobierno) se le niega a los hospitales públicos la contratación de todo el personal necesario de acuerdo a su capacidad. (En estos días el Colegio Médico ha señalado que el sistema público necesita 1.700 especialistas).

Vale decir, con estas dos simples medidas : a) pago a los establecimientos públicos de las atenciones en salud a su costo real ; y b) Otorgamiento de las plazas de personal que necesitan, se terminarían las listas de espera y desaparecería el desfinanciamiento.

Porque la gestión de los hospitales públicos, salvo talvez alguna excepción, es excelente, tenida en cuenta las carencias con que se les obliga a trabajar.

Por lo demás, con la aprobación por el Parlamento (todos los partidos políticos) de varias leyes (De autoridad sanitaria, etc.) hace más de 5 años se echó a andar una profunda Reforma de la Salud, que ha permitido el desarrollo que hemos visto y que debe continuar.

Así entonces, S.E. el presidente Sebastián Piñera mediante una simple desición como es aumentar anualmente en un 1% del Producto Interno Bruto el Presupuesto de Salud, puede entrar en la Historia de Chile como el mandatario que entregó a los chilenos una salud de país desarrollado. O pasar a la historia, como el presidente que desmanteló la salud pública y la entregó al negocio privado.

En esta situación, solamente los ciudadanos movilizados como para la campaña del NO, del año 88 , podemos parar la amenaza y proteger nuestra salud futura. La salud no se privatiza.

LA SALUD ¡ NO !

NUESTRO PROBLEMA PRINCIPAL.

Asociación Nacional de Usuarios PRAIS

NUESTRO PROBLEMA PRINCIPAL.

22 de julio de 2010.

Compañer@s :

Comprendiendo lo sensible que es para nosotros el tema de la impunidad de nuestros represores, ahora promovida por la vía de los indultos; las urgencias y problemas derivados del terremoto y maremoto; los recortes presupuestarios que pueden deteriorar más nuestro débil Programa PRAIS.

Debemos concentrar nuestro accionar, poner todo nuestro esfuerzo, sacar las fuerzas que no hemos movilizado desde los años del gobierno del pueblo con Salvador Allende, para DEFENDER LA SALUD PUBLICA.

Este y no otro es el principal peligro y el problema principal de Chile : LA PRIVATIZACIÓN DE LA SALUD PUBLICA.

En efecto, aprovechando que el terremoto destruyó un gran número de Hospitales y Consultorios y dañó severamente otros tantos, la derecha ha iniciado un proceso de privatización de la salud pública, por la vía de concesionar la reconstrucción de esas instalaciones. Apoyándose en que existe una Ley de Concesiones, por lo que estas no requieren ser aprobadas por el congreso; y de que esa Ley le permite concesionar todo, el gobierno ha iniciado un nuevo proceso de concesiones en el sector salud, con la diferencia de que ahora las concesiones incluirán todo (construcción, equipamiento, Dirección (Gerentes en lugar de médicos especialistas en salud pública), mantención, alimentación, esterilización, todos los demás servicios, estacionamientos, cafetería, comedores, florerías, ópticas, máquinas dispensadoras, en fin, todo lo que signifique negocio; excepto lo estrictamente médico por supuesto, porque eso no deja ganancias).

Y esto sería definitivo, independientemente del gobierno que siga. Sea quien sea, Marco, otro o aún la propia Michele Bachelet. Por la sencilla razón de que las concesiones son a 25 y 30 años. Y ya tenemos la experiencia de la anterior dictadura de la derecha (Con Pinochet) en que lo privatizado (más bien robado) no se ha podido recuperar a pesar de los 20 años de gobiernos no derechistas.

El gobierno argumenta la falta de fondos, pero todos sabemos que es sólo una excusa, por cuanto el país posee dinero de sobra para financiar toda la reconstrucción con los miles de millones de dólares aportados al país por Codelco. Y si por alguna razón estos no fueran suficientes, el país tiene crédito abierto en todo el mundo con condiciones muy ventajosas, gracias a la posición internacional ganada en los últimos 20 años.

Si el estado asume directamente la reconstrucción, como debe ser, y pidiera crédito, el costo para los chilenos sería el monto del crédito más el interés. Si por el contrario se entrega a privados, el costo será el crédito más los intereses máximos y más la ganancia de los privados. Más claro echarle agua.

Pero como además se les entregaría la explotación por 25 a 30 años, la salud del 70% de los chilenos que nos atendemos en el sistema público se nos encarecería muchísimo más, ya que nos cobrarían desde el estacionamiento hacia arriba.

Por otra parte, para terminar de convencer a la población y aprovechando el control absoluto de los medios de comunicación por la derecha, se ha lanzado una campaña brutal y por supuesto con falsedades (al más puro estilo nazi) contra la salud pública. De manera central se destacan el desfinanciamiento de los hospitales y las largas listas de espera, atribuyendo ambos a la “mala gestión” de la salud pública. ¿Cuál es la verdad?

La verdad es que a los establecimientos públicos de salud el estado les paga las atenciones a un precio inferior al costo de las mismas, mientras que a los privados les sobrepaga las mismas atenciones. Basta un solo ejemplo : por un día de cama UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) al hospital público FONASA le paga $109.000.- mientras que a uno privado le paga desde $400.000.- hacia arriba.- Esa es la razón fundamental del desfinanciamiento de los establecimientos públicos.

Otra razón, que también explica las listas de espera, es que, siguiendo la política iniciada durante la dictadura de reducir al máximo a los empleados públicos, no se autoriza a los hospitales públicos la contratación de todo el personal de acuerdo a su capacidad. Los pabellones quirúrgicos y otros servicios de gran complejidad funcionan solamente de 8 a 17 horas (salvo un pabellón de Urgencias que funciona las 24 horas) porque no se autorizan las plazas de especialistas necesarios para usarlos el resto del tiempo. De hecho hace pocos días el Colegio Médico ( a quien nadie puede culpar de estatista) afirmó públicamente que se necesita contratar a 300 especialistas para los servicios de urgencias y otros 1400 especialistas para el resto de las labores de los hospitales públicos.

De manera que si el estado le pagara a los establecimientos del sistema público el costo real de las prestaciones de salud y contratara el personal debido, se terminaría el desfinanciamiento y lo más importante, se terminarían las listas de espera.

Otro elemento a tener muy en cuenta : en los últimos diez años se aprobaron en el parlamento (por todos los partidos, incluidos los de derecha) varias leyes de salud ( la de autoridad sanitaria, la del auge, etc.) que han significado la puesta en marcha de la mayor y más profunda Reforma de la Salud, desde la impulsada por Salvador Allende por allá por 1950. Gracias a ella están en proceso de normalización ( o sea de nueva infraestructura, equipamiento, mantenimiento, dotación de todas las especialidades complejas, de personal actualizado, de las últimas tecnologías, de manera de quedar a nivel de la norma mundial -así como la norma ISO 9000 de las empresas- por eso se llama normalización) en una primera etapa los 30 hospitales de mayor complejidad del país. Se inició un poderoso proceso de desarrollo de la salud pública que está a la vista, en la dirección correcta y que debe seguir.

Si por el contrario, se impone la privatización vía concesiones, no sólo se detendrá este proceso sino que se encarecerá enormemente toda la salud, a costa nuestra por supuesto.

Este proceso, de imponerse, nos afectará a todos. No solamente a la población de lo establecimientos que se privaticen. Porque cuando estos empiecen a funcionar harán subir los precios de todos los demás.

Finalmente, como esto no pasa por el parlamento y como los partidos están preocupados de sus peleas internas, no podemos esperar que ellos lideren la defensa de la salud pública. Por lo tanto somos los ciudadanos y nuestras organizaciones poblacionales, sindicales, asociaciones de todo tipo, etc. los que debemos iniciar un gran movimiento que ojalá muy pronto involucre a los partidos progresistas para generar una movilización similar a la Campaña del NO del año 88.

Si no somos capaces de iniciar esto nosotros, es un hecho que la derecha robará lo último grande y tan vital como es la salud, que nos va quedando como patrimonio público.

Nuestro PRAIS Alejandro Arévalo ya se puso en campaña y está organizando conferencias, contactando gremios, difundiendo el tema, intercambiando información etc. Iniciamos el trabajo con la gente de la salud, de la universidad, de las organizaciones sociales que integran el Consejo Consultivo de Usuarios del Hospital, entrega de información en la calle, uso de Internet, facebook,etc.

Con el mismo propósito envío a ustedes esta comunicación, junto con el texto “La Salud NO”, que pensamos puede ser el eslogan de la campaña y que por lo mismo está escrito en lenguaje común , breve y amplio. Además, otra serie de documentos que entregan abundante información sobre el tema

Cuento con su respuesta a la mayor brevedad.

Con un gran abrazo

Héctor Montecinos Allende

Presidente

Privatización de la Salud Pública

Privatización de la Salud Pública

Sigue la pugna entre los Dirigentes de la Coordinadora de la Salud y el Gobierno por el plan destinado a concesionar la reconstrucción y construcción de los centros asistenciales de la red de salud pública en nuestro país, y que según la autoridad, comenzará el segundo semestre de este año.

Así al menos, lo dio a conocer el Ministerio de Salud a los máximos dirigentes de esta Coordinadora, que integran gremios como la Fenpruss, Fentess, Confenats, Fenats Unitaria y Fenfussap, la semana pasada en una reunión que sostuvieron en las dependencias del Minsal.

En lo concreto, el Gobierno informó acerca de los alcances del plan, y que según el presidente de la Fenpruss, Claudio González podría terminar dividiendo la atención integral que prestan los servicios de salud y por ende, deteriorar la red en que opera el sistema.

Alcances del Plan de Concesiones

Según González, la autoridad definió los niveles de la Concesión de acuerdo al negocio asociado que conlleva la construcción de un centro asistencial. Para mayor claridad, explicó las distintas etapas:

Diseño.- se planea externalizar el diseño de los centros asistenciales que se construirán a alguna empresa internacional. Mientras, que los diseños que ya estén listos desde antes, serán revisados por las empresas interesadas y su información será utilizada como insumo. Lo que se quiere evitar, según la autoridad, es que se repitan malas experiencias como lo acontecido con la concesión de las cáceles.

Construcción.- tanto la construcción como el mantenimiento de la infraestructura del centro asistencial, estará a cargo de la empresa concesionada, y el plazo del contrato será de 25 a 30 años. No existe claridad, acerca del futuro de los trabajadores que en la actualidad desarrollan funciones de mantenimiento en aquellos hospitales que se concesionarán.

Equipamiento.- todo el equipamiento de los centros asistenciales, así como su mantención, estarán consignados en los contratos que se firmen como una cláusula, y la duración será igual al tiempo en que dure dicho contrato.

Actividades anexas.- se plantea implementar distintos servicios o actividades anexas en el entorno de los hospitales, así como también la existencia de centros de salud privados cerca de los centros de salud. Estas actividades serán reguladas a partir de las concesiones y de las oportunidades de negocio que se establezcan.

Actividades industriales.- se definen como todas aquellas actividades que son necesarias para el funcionamiento de un hospital como: lavandería, alimentación, aseo, esterilización, seguridad, entre otras. La autoridad plantea la concesión de estas funciones al sector privado, e implementar un programa de incentivo al retiro o traslado del personal sanitario que las desarrolla, a otro establecimiento.

Actividades clínicas de apoyo.- son todas aquellas actividades relacionadas directamente con la atención clínica de los pacientes o usuarios del sistema público de salud. Si bien la autoridad, no entrega información respecto a qué tipo de actividades serían las consideradas “clínicas de apoyo”, señala que serían el límite de las concesiones.

Actividades clínicas.- son todas aquellas actividades contempladas dentro del giro principal del negocio, donde interviene, médicos, enfermeras, técnicos paramédicos, y aquellas profesiones directas que se relacionen con el usuario.

Además, el ministerio informó sobre los proyectos de concesión en marcha, que dividió en tres grupos, según su grado de avance.

Primer grupo: construcción vía concesión de los hospitales nuevos de la Florida y Maipú. Cuyas bases de concesión se encuentran listas y disponibles en el sitio Web del MOP.

Segundo grupo: proyectos Hospitales Salvador, Sótero del Río, Félix Bulnes y Quilicura. Estos proyectos se encuentran aún en estudio en el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Tercer grupo: proyectos en etapa de diseño de las bases de concesión y operación. De los 10 hospitales instruidos por Ejecutivo, se encuentran los hospitales de Antofagasta, Curicó, Angol, Laja y Gustavo Fricke. Los cinco hospitales restantes se definirán en los próximos meses.

Se dijo también, que a la espera se encuentran los proyectos de los hospitales de Constitución, Cauquenes, Parral, Lirquén, Traumatológico y Florida de la VIII región, Temuco y el CARS entre otros.

Mientras, aún no se definen los 56 consultorios que se concesionarán.